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Datos destacados
Edad del Feto: 6 semanas
Tamaño del bebé: entre 14 y 22 mm.
Tamaño de la madre: enhorabuena, ya ha llegado a las 8 semanas de embarazo. A partir de ahora debería notar que la ropa le está quedando más estrecha, sobre todo a la altura de la cintura, la cual se está ensanchando gradualmente. También el útero empieza a aumentar su tamaño, aunque todavía no ha crecido lo suficiente como para que se le note a simple vista.
Situación de desarrollo: durante esta 8 semana de embarazo, el bebé sigue teniendo un crecimiento muy rápido, alargandose y estirándose de forma constante. La longitud de vertex a rabadilla se encuentra durante esta semana entre los 14 y 22 milímetros.
Llegadas las 8 semanas de embarazo, en el feto se le empiezan a definir algunos detalles como los pliegues de los párpados, la nariz y las orejas. En cuanto a las extremidades, se han definido brazos y piernas, que se extienden hacia delante del cuerpo. Los brazos son más largos que hace una semana y flexionan al nivel de los codos, curvándose ligeramente sobre el rostro.
Las pequeñas líneas que aparecían en manos y pies, empiezan a distinguirse con más claridad, reconociendo la parte donde se formaran los dedos.
En cuanto a órganos principales, los pulmones se han ramificado, asemejándose a las ramas de un árbol. El corazón ya ha formado sus válvulas aórtica y pulmonar.
Cambios en el cuerpo de la madre
Dolor en el nervio ciático
Conforme va avanzando el embarazo y a partir de las 8 semanas de embarazo, es posible que la madre sufra dolores de nervio ciático. Este nervio une la parte posterior del útero, en la pelvis, con las piernas.
El posible dolor que se puede producir viene producido por la presión del útero que se encuentra en proceso de expansión sobre dicho nervio. Las consecuencias son dolor agudo en las nalgas y en la parte posterior y/o lateral de las piernas.
Dolor de espalda
Aunque estemos durante las 8 semanas de embarazo es importante que conozca detalles de los posibles dolores de espalda que puede sufrir durante las últimas semanas. Prácticamente todas las mujeres embarazadas se quejan de dolor de espalda en algún momento del embarazo. Tal vez usted lo haya experimentado ya o quizá lo padezca más adelante. Algunas mujeres tienen dolores intensos después de hacer ejercicio, andar, encorvarse, levantar pesos o permanecer de pie mucho tiempo seguido, aunque es más habitual tener molestias o dolores leves que un dolor intenso. Algunas mujeres necesitan tener un cuidado especial al levantarse de la cama o al incorporarse después de estar sentadas. En los casos más graves, hasta cuesta andar. Un cambio en la movilidad articular puede motivar un cambio en la postura y provocar molestias en la parte inferior de la espalda. Esto ocurre sobre todo en la última parte del embarazo.
El crecimiento del útero desplaza el centro de gravedad hacia delante, por encima de las piernas, lo que puede repercutir sobre las articulaciones que hay alrededor de la pelvis. Todas las articulaciones están más laxas, probablemente debido a los cambios hormonales. De todos modos, el dolor de espalda también puede ser el síntoma de algo más grave, como la pielonefritis o una piedra renal. Si el dolor de espalda se convierte en algo crónico, consulte a su médico.
¿Qué puede hacer para evitar o mitigar el dolor?
Ponga en práctica algunos o todos los consejos que figuran a continuación lo antes posible, y le compensarán con creces conforme vaya avanzando el embarazo.
- Controle su dieta y el aumento de peso.
- Siga practicando ejercicio dentro de los límites adecuados durante el embarazo.
- Adquiera el hábito de estirarse sobre un costado a la hora de dormir.
- Encuentre algún momento cada día para descansar los pies y estirarse sobre el costado durante 30 minutos.
- Si tiene más hijos, haga una cabezada mientras la hacen ellos.
- No hay ningún inconveniente en tomar paracetamol para el dolor de espalda.
- Aplíquese calor en el área afectada.
- Si el dolor es constante o se agrava, hable con su médico.
Crecimiento del útero
El útero se tensa o se contrae durante el embarazo. No debe preocuparse si no nota nada. Pero si los dolores o contracciones causadas por los cambios uterinos van acompañados por pérdidas de sangre, debe acudir a su médico.
Antes de quedarse embarazada, su útero tenía aproximadamente el tamaño de un puño, pero actualmente debería haber crecido casi hasta duplicarse.
En algunas mujeres, este crecimiento hace que sufran ciertas molestias en la parte baja del abdomen y en los costados, e incluso pueden experimentarse tensión, espasmos o contracciones en esa zona.