Desprendimiento de placenta

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1 de cada 80 partos aproximadamente vienen con desprendimiento de placenta, lo que provoca enormes riesgos para la supervivencia tanto del bebé, como en ocasiones de la madre .El desprendimiento de placenta se produce cuando la placenta se separa de la pared uterina. Normalmente la placenta permanece adherida al útero hasta después del parto. Los desprendimientos de placenta que se producen durante el parto sin que se produzcan complicaciones no son tan graves como los que se producen durante el embarazo.Un embarazo con desprendimiento de placenta previa se considera un embarazo de altísimo riesgo y suele conllevar el ingreso de la madre en el hospital desde que se detecta hasta que se procede al parto

Causas del desprendimiento de placenta

Aunque se desconoce exactamente las causas que provocan desprendimiento de placenta, hay algunos factores que pueden incrementar las probabilidades de que se produzca, como por ejemplo:

  • lesiones físicas en la madre provocadas, por ejemplo, por un fuerte traumatismo.
  • cordón umbilical corto
  • cambio repentino en el tamaño del útero (a causa del parto o de la ruptura de membranas)
  • hipertensión
  • deficiencias nutricionales
  • anomalías uterinas, como la existencia de una franja de tejido donde la placenta no puede adherirse bien
  • cirugía uterina previa (extirpación de fibroides) o dilatación y legrado uterino a causa de un aborto

Los estudios indican que las deficiencias en ácido fólico pueden desempeñar algún papel en el desprendimiento de placenta. Otros  sugieren que el hecho de que la madre consuma tabaco y alcohol puede hacer que sea más proclive a tener desprendimiento de placenta.

Una mujer que tenga desprendimiento de placenta en un embarazo tiene más probabilidades de volver a tener el mismo tipo de problema en embarazos ulteriores. La tasa de recurrencia se ha estimado en un 10%. Esto puede convertir un embarazo consecuente a un desprendimiento de placenta en un embarazo de alto riesgo.

Los desprendimientos de placenta pueden implicar la separación parcial o total de la placenta con respecto a las paredes uterinas. El cuadro es más grave cuando la separación es total. El feto depende completamente de la circulación procedente de la placenta. Cuando la separación es completa, deja de recibir sangre por el cordón umbilical, que está unido a la placenta.

Síntomas del desprendimiento de placenta

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A veces se produce una importante pérdida de sangre por la vagina, y otras no se pierde ni una gota de sangre. La ilustración de la página 324 muestra la sangre acumulada detrás de la placenta en un desprendimiento de placenta completo no asociado a pérdida de sangre por el cuello uterino ni por la vagina. Entre otros síntomas, el desprendimiento de placenta se asocia a dolor en la parte baja de la espalda, molestias en el útero o el abdomen, contracciones o espasmos, y tensión en el útero.

Las ecografías pueden ayudar a detectar este problema, aunque no siempre permiten hacer un diagnóstico exacto. Esto es particularmente cierto cuando la placenta se encuentra en la pared posterior del útero, que no es fácil de ver en la exploración ecográfica.

El desprendimiento de placenta puede desembocar en problemas graves, como el shock, que tiene lugar cuando se pierde mucha sangre en poco tiempo. La coagulación intravascular, consistente en el desarrollo de un gran coágulo de sangre, también puede ser un problema. A veces se utilizan agentes anticoagulantes para deshacer el coágulo, lo que puede convertir el sangrado en un problema.

De los distintos síntomas asociados al desprendimiento de placenta, los siguientes son los más frecuentes:

  • Aproximadamente el 75% de los casos van acompañados de sangrado vagina!.
  • Aproximadamente el 60% de los casos se asocian a molestias o dolor en el útero.
  • Aproximadamente en el 60% de los casos se produce sufrimiento fetal o irregularidades en la frecuencia cardíaca del feto.
  • Aproximadamente en el 34% de los casos aparece tensión y contracciones o espasmos en el útero.
  • Aproximadamente en el 20% de los casos se tiene un parto prematuro.

¿Se puede tratar el desprendimiento de placenta?

Sí, dependiendo de cuándo se diagnostique el problema y del estado del bebé y de la madre. Cuando se pierde mucha sangre, a veces es preciso provocar el parto. Si no se sangra mucho, se puede adoptar un enfoque más conservador, dependiendo de si se produce o no sufrimiento fetal y de si el feto parece estar en peligro inminente.

El desprendimiento de placenta es uno de los problemas más graves que se pueden dar en el segundo y tercer trimestre de embarazo. Si presenta algún síntoma, llame a su médico enseguida.

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