Cómo limpiar la nariz del bebé

publicado en: Cuidados Después del Parto | 0

Limpiar la nariz del bebé, labor que, en principio, puede parecer sencilla, también podría acarrear ciertas complicaciones para la salud del pequeño si no se hace correctamente. Por eso, desde tu blog amigo de Sermama, te vamos a dar las claves para que lo hagas bien y que el niño se sienta limpio y sin molestias.

Aprende a limpiar la nariz del bebé para que tu peque esté más cómodo

Un bebé recién nacido tiene que aprender a hacer casi todo. De hecho, sabe respirar por la nariz, pero no por la boca. Por eso, si se tapona esta parte de su carita, va a tener serias dificultades, agobios y problemas.

Por supuesto, cuando limpiamos los orificios nasales, dado que el peque no respira por la boca, se siente también agobiado y para de respirar. No obstante, es necesario para remover las mucosidades.

Dicho esto, vamos a conocer una serie de formas adecuadas siguiendo estos pasos sencillos y simples:

– Lavado de manos. Antes de empezar, asegúrate que tienes las manos bien limpias y que el pañuelo que usarás también está libre de gérmenes.
Usa la cantidad adecuada de líquido. Adminístralo con la presión suficiente para ablandar y movilizar la mucosidad sin que el niño sufra. Según su edad, la jeringa tendrá más o menos producto. Entre 1 y 3 años, con 2 cc para cada orificio habrá suficiente.
– Podemos mantener la jeringa en las manos unos segundos para que esté a temperatura ambiente.
Pondremos al bebé de lado, con la mejilla apoyada en la cama.
Limpiaremos la fosa nasal desde arriba.
– Luego, giramos la cabeza del bebé y hacemos la misma operación.

Limpiar la nariz del bebé sin hacerle daño es así de sencillo. Esperamos que esta información te haya resultado de utilidad. Y, recuerda, si quieres saber más, no olvides seguir nuestro blog.

7 Hábitos positivos para niños

publicado en: Cómo Educar a los Hijos | 0

Si quieres que tus niños vivan mejor y más seguros, desarrollándose de forma adecuada, con un buen concepto de sí mismos y aprendiendo cuanto deben, estos hábitos positivos que te mostramos en tu blog amigo de Sermama resultarán ideales para tus hijos, para que sean más felices y plenos. Toma nota.

Hábitos positivos para niños

Estimulemos a los pequeños para se conviertan en buenas personas que disfrutan de la vida y se desarrollan como niños seguros de sí mismos y responsables. Por eso, su salud correcta le ayudará a ser más pleno:

1. No te saltes comidas: los niños necesitan mucha energía. Por eso conviene no saltarse ninguna comida y que, como mínimo, hagan cuatro al día compuestas por alimentos sanos y nutritivos.
2. Lectura diaria: leer no solo aumenta el conocimiento del niño, también fomenta la empatía y la concentración, además de permitir una mayor integración con el entorno.
3. Alimentación sana: en un momento clave para la formación del individuo, comer sano y con aportes nutricionales notables es, más que un consejo, una obligación. Evitemos demasiados aditivos, azúcares y grasas en exceso.
4. Comprensión y empatía: es necesario que eduquemos a los niños para que sean empáticos y comprensivos. Así entenderán mejor la importancia de que hagan sus tareas y se comporten correctamente.
5. Horas de sueño: también hace falta que los pequeños duerman las horas necesarias durante la noche. Hasta los 5 años, de 10 a 13 horas. Entre los 6 y 13 años, de 9 a 11 horas. A partir de ahí, al menos 8 horas.
6. Menos pantallas: tanto de ordenador como de teléfono móvil o televisión. Sobre todo, dos horas antes de irse a la cama.
7. Actividad física: siempre es necesaria para que el niño gaste sus energías. Busquemos una que le guste, como las artes marciales, el deporte o la música.

Con estos 7 hábitos positivos para niños, tus peques serán más felices. Si quieres más consejos, síguenos.

El ruido blanco para bebés

publicado en: Cuidados Después del Parto | 0

El ruido blanco para bebés puede ser positivo, ya que los ayuda a tranquilizarse. Pero no todo es bueno. Por eso en Sermama te vamos a explicar qué es, qué tiene de aprovechamiento, y también qué hay de negativo en ello.

El ruido blanco

Hablamos de sonidos que pueden ayudar a calmar, no solo a los bebés, también a los adultos. Por ejemplo, cuando cae el agua de lluvia y choca contra el suelo o la ventana, o mientras se pasa la aspiradora o se usa el secador. Son monótonos, constantes y se repiten una y otra vez, logrando que no haya frecuencias que sobresalen por encima de otras. Todo ello crea ese efecto calmante sobre el sistema nervioso.

¿Cuándo puede ser útil?

Entendiendo el ruido blanco como algo calmante y rutinario, podemos interpretar que será de gran ayuda para los bebés y niños que están nerviosos, que tienen problemas para dormir y que favorecerá su relajación y su paz interior.

Obviamente, también tiene efectos positivos para los adultos, y así se ha demostrado en diversos estudios. Ahora bien, ¿podría tener algún tipo de efecto negativo en bebés?


Además de calmar y tranquilizar para que duerman bien, también parece que si el sonido es demasiado elevado puede afectar a su desarrollo del lenguaje e igualmente podría provocar problemas de audición. Además, tal vez termine por desembocar en dependencia cada vez que el peque tiene que conciliar el sueño.

En definitiva, podemos decir que ruido blanco para los bebés sí, pero siempre usado con moderación y mucho sentido común.

Y, recuerda, si necesitas más información, no dudes en contactar con un especialista que te puede ayudar y asesorar con este y con cualquier otro asunto que te aqueje a ti o a alguien de los tuyos.

El síndrome de la cabeza plana en bebés

publicado en: Sin categoría | 0

Antes de tener un bebé, es recomendable saber mucho sobre el mundo de la infancia. Un problema que puede surgir en los peques recién nacidos es el síndrome de la cabeza plana. ¿Te parece si explicamos qué es? A continuación, en tu blog amigo de Sermama, vamos a darte una información que te interesa. Apunta.

Qué es el síndrome de la cabeza plana en bebés

También llamado plagiocefalia, dicha anomalía se presenta cuando la cabeza del bebé toma forma puntiaguda, sobre todo en la parte lateral o posterior, donde debería ser plana. Se observa visto desde arriba, cuando en lugar de ver un aspecto redondo, nos encontramos con que parece un paralelogramo.

Se cree que sobre el 20% de los bebés pueden presentar este síndrome mientras están en el vientre de la madre o cuando nacen. No obstante, es algo que va desapareciendo a lo largo de sus primeras semanas de vida en casi todos los casos.

Tipos

Existen diferentes tipos de plagiocefalia de mayor o menor gravedad. No obstante, no se considera patología, ya que es algo que, de forma habitual, se resuelve de manera natural con el paso del tiempo.

– Plagiocefalia deformativa: es la más típica. Aparece cuando el bebé tiene un punto plano duradero en la parte lateral o posterior.
– Braquicefalia deformativa: se produce cuando el cráneo es casi redondo, con un diámetro similar en una parte y en la otra.
– Escafocefalia: es un cráneo largo y estrecho, como si tuviera forma oval, muy común en niños que nacen de manera prematura.
– Plagiocefalia congénita: es menos común y recibe el nombre científico de craneosinostosis. Los huesos se cierran prematuramente provocando malformación, por lo que requiere atención específica.

Así es el síndrome de la cabeza plana en bebés. Si deseas saber más, te aconsejamos que contactes con expertos en materia o profesionales.